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Poema dos

Necesito que me digas por qué Necesito que me digas por qué volves, ¿Por qué ahora y no cuando en verdad te necesité? Ya no quiero quererte, pero me es casi imposible no pensar en tenerte Decime ¿Por qué no me dejas libre? ¿Por qué no me soltás si del todo no me vas a agarrar? Yo no quiero que me quieras a media, yo quiero que me quieras entera. No quiero leer tus textos, que quizás solo son juegos para por fin poder tener sexo ¡Aléjate!  ¡Dale andate! Toma tus cosas y no vuelvas si no estás dispuesto a amarme Explicame cómo es que no te das cuenta de que me estás rompiendo no solo el corazón, sino también la cabeza ¿Por qué te vas y volves? Yo no soy un hotel al cuál vas y volves cuando querés Debo decirte que te vayas y me dejes libre, pero la verdad es que solo quiero en tus brazos fundirme Y acá es cuando trato comprender ¿Cómo pude enamorarme de un gil que va y viene como un colibrí.

Poema uno

3 A.M Pasa que cuando el reloj marca las 3:00 A.M todo se vuelve un poco más cursi, o tal vez no y yo solo esté usando eso como excusa para escribir lo que me haces sentir, para describir tu sonrisa, tus hoyuelos e incluso de tus pestañas ¿Alguna vez te dije que una de las cosas que más me gusta hacer es intentar contar tus pestañas mientras miras a un lugar lejano y calcular de forma ilógica el ángulo en el que las mismas se elevan?                             No sé si te hable de cuánto me fascina tu sonrisa, la manera en que se curvan tus labios y se asoman dos pequeños hoyuelos en el lado derecho de tu rostro de forma graciosa y justo antes de que tus dientes hagan su aparición mi corazón ya exploto como mínimo unas 80 veces. Me gusta perderme en tus pequeños ojos, llenos de vida, llenos de color, llenos de luz;  Me gusta la forma en que se vuelven divertidos cuando menciono algo completamente absurdo; Me gusta cuando se vuelven oscuros cuando de